La mayoría de los elementos están compuestos por mezclas de isótopos. Los isótopos se subdividen en estables (<300) y no estables o radiactivos (cerca de 1.200). Si la relación entre el número de protones y de neutrones no es la apropiada para obtener la estabilidad nuclear, el isótopo es radiactivo.
La Radiactividad Ambiental es un fenómeno inherente al medio ambiente. No hay lugares exentos de radiactividad y todos los materiales que nos rodean tanto naturales como artificiales son, en mayor o menor grado, radiactivos.
Las radiaciones tienen multitud de aplicaciones a la medicina y la salud, la construcción, el control de calidad, la investigación, la industria, la producción de energía, la desinfección y conservación de alimentos, y por supuesto en la ingenieria ambiental.
Los radionúclidos tienen diferentes estabilidades y se desintegran a distintas velocidades. Algunos se desintegran casi totalmente en fracciones de segundo, mientras que otros se desintegran en millones de años. La rapidez de desintegración de una muestra radiactiva se caracteriza por su tiempo de vida media.
La obtención de energía es sin duda una de las aplicaciones más estudiadas de la radiactividad, sin embargo las investigaciones en esta área tienen un nivel de rechazo por la sociedad debido al nivel de desconocimiento sobre el orígen de las radiaciones, los efectos en la salud por exposición a las radiaciones ionizantes y sus aplicaciones en la vida cotidiana.
Teniendo en cuenta la gran energía de las partículas incidentes (del orden del MeV) frente a las energías de ligadura moleculares (del orden del eV), una única partícula es capaz de producir ese efecto destructivo a miles de moléculas. Considerando el tipo de radiación y su forma de interacción con el organismo, se puede hablar de irradiación externa y de contaminación radiactiva.
La Ingeniería Ambiental estudia la radiactividad en aras de entender los procesos naturales y antrópicos asociados con las radiaciones ionizantes, su influencia sobre los humanos y el ambiente, evaluar los niveles de radiación y los riesgos a su exposición ocupacional y ambiental, así como establecer los criterios de diseño necesarios para generar soluciones de protección y vigilancia radiológica adecuadas a las operaciones de las distintas industrias que emplean la radiactividad como parte de sus procesos, todas estas alternativas enmarcadas, por supuesto, en el desarrollo sostenible.
La protección radiológica es una actividad multidisciplinar de carácter
científico y técnico que tiene como objetivo la protección de las personas y
del medio ambiente contra los efectos perjudiciales que pueden resultar de la
exposición a las radiaciones ionizantes.
Para identificar los criterios básicos de protección radiológica debemos evaluar el proceso responsable de la generación de radiación ionizante desde tres tipos de factores:
1. Criterios asociados a la fuente que genera la radiación ionizante (Tipo de fuente, emisión radiactiva, Masa inicial, actividad, tiempo de vida media, proceso asociado, etc)
2. Criterios asociados a la población beneficiada u objeto de las medidas de protección (distancia a la fuente, tipo y tiempo de exposición, posición, angulo de exposición, edad, genero, etc)
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